El encargado

Pensamos que el maestro pierde la creencia de los alumnos/as en él, porque dice palabras que se las lleva el viento, no las cumple y hace que el alumnado pueda tener malas formas con sus compañeros. Si verdaderamente queremos utilizar estos mecanismos, podríamos poner en la pizarra a ese alumno cuyo comportamiento sea problemático para evitar estas situaciones y así darle, por así decirlo, un rol dentro de la clase.